jueves, 27 de agosto de 2015

EL TIEMPO QUE NOS QUEDA

TÍTULO ORIGINAL: The Steady Running of the Hour (2014).
AUTOR: Justin Go.
TRADUCCIÓN: Ana María Buil.
PAÍS: Estados Unidos.
EDITORIAL: Lumen (2015).
RESEÑA: La experiencia es ni más ni menos que el cúmulo garboso de nuestros errores, decía Oscar Wilde, pero Tristan Campbell no tiene tiempo siquiera para acumular experiencia. En 2004 el joven californiano acude a Londres respondiendo al requerimiento de un despacho de abogados: todo indica que podría ser el titular de la herencia de Ashley Walsingham, un montañero británico que murió en 1924 dejando su fortuna a la misteriosa Imogen Soames-Andersson. Se le concede a Tristan un corto plazo para demostrar que hay lazos de sangre que le unen a Imogen y es por lo tanto el heredero de un legado que puede cambiar su vida.

¿Quiénes fueron Ashley e Imogen? El chico sabe poco o nada de la historia de su familia, pero asume el desafío y emprende una investigación contrarreloj sobre sus antepasados, recorriendo los escenarios de sus vidas, desde las trincheras francesas y el Berlín de la Primera Guerra Mundial a los picos del Himalaya y los fiordos de Islandia, para descubrir a un hombre y una mujer que se amaron muy a su manera a principios del siglo XX y dieron lugar a una historia peculiar, extravagante y honda como lo es a menudo la vida cuando la pasión se une a la inteligencia, y donde finalmente el dinero es lo que menos importa.

BIOGRAFÍA: Justin Gakuto Go, de 31 años, es de madre americana y padre japonés y actualmente vive en San Francisco. Estudió Historia en la Universidad de Berkeley y amplió sus estudios con un posgrado en Lengua Inglesa en la University College de Londres. Tardó cuatro años en escribir El tiempo que nos queda, su primera novela, para cuya preparación viajó a todas las localizaciones que aparecen en la trama.

OPINIÓN: Muy entretenido e intrigante. Dos historias caminando paralelas. No me gustó el desenlace.

COMIENZO: La carta llegó por correo la semana pasada.

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